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Basilica di San Silvestro e Martino ai Monti

La Basílica dei Santi Silvestro e Martino ai Monti fue fundada en el siglo IV por el papa Silvestre I en Via di Monte Oppio, en el lugar donde se encontraba una construcción de propiedad del presbítero Equizio, de quien viene el nombre TITULUS EQUITII.

Inicialmente, había sido construido un oratorio dedicado a todos los mártires, pero a finales del siglo V, con la reconstrucción, papa Símaco quiso consagrar la basílica a san Martín de Tours y a papa Silvestre I.

Papa Sergio II, más adelante, tomará la decisión de comenzar un proyecto de renovación para la construcción de la actual iglesia, la cual tiene una cripta con las reliquias de mártires provenientes de las Catacumbas de Priscila. El monasterio contiguo, en cambio, fundado por León IV, fue inicialmente confiado a los Benedictinos, luego al clero secular y, finalmente, desde el año 1299, al orden de los Carmelitas, que ya administraban la basílica.